DiaRio de un SueÑo

Que maravilloso dilema te envuelve y te acerca a nosotros.
Siempre me he preguntado el por qué de tu grandeza, pero la verdad es que, esta grandeza, es tan infinita, que nadie te conoce en realidad, aun cuando nos acompañas a cada uno de nosotros durante toda nuestra vida.
¿Qué eres?, ¿cómo eres?, ¿quién te crea o te destruye?, ¿cuáles son tus límites?..... Hay tantas preguntas, tantas incógnitas.
Hoy me gustaría leer tu diario. Saber más de ese compañero que tantas veces me ha acompañado por esta tortuosa existencia.
Hoy quiero conocerte.


I. Yo soy la única realidad que toda persona quisiera tener.
Soy el deseo oculto; las emociones florecidas de la gente; su más secreta esperanza, el alma de las cosas que te rodean y ves a diario.
En el mundo de las ideas, yo sería el BIEN. Aquella cima de la pirámide que solo puedes observar cuando sales de la caverna, cuando contemplas la verdadera luz, cuando me ves.
Yo soy el fuego que se refleja en tu corazón, y que te recorre hasta llegar a lo más profundo de tu subconsciente, haciéndote bailar a mi voluntad como una serpiente lo hace ante la flauta de su amo.
Yo marco tu destino guiándote por un mar de obstáculos, haciendo que me sigas por donde yo te ordeno, porque, ¿que sería de ti si no me siguieras?, ¿qué serías sin mi?
NADA
Soy la única cosa que te mantiene vivo, porque gracias a mi te olvidas de la realidad que te rodea y que te estrangula hasta matarte lentamente.
Tú solo conoces una salida, solo me conoces a mí.
Mi grandeza infinita va más allá de toda comprensión mortal. Yo existo incluso después de la muerte, incluso antes de tu nacimiento.
Junto a mi has vivido experiencias inolvidables.
Solo yo puedo hacer que consigas lo que te propongas si me acompañas de la mano, y tengo el poder de hundirte en la miseria mientras te observo desde mi trono celestial.
Te he dado todo lo que me has pedido y te he quitado todo lo que tú no has deseado.
Cada noche te visito cuando nadie más lo hace, alejando esa mala compañera que no te deja pensar en mí y que se llama soledad.
Yo soy ese juguete del que no te cansas. Al que siempre recurres cuando no tienes con quien jugar.
Soy único porque sin ti no existiría. Eres mi constructora, mi fuente de inspiración. Yo solo sigo los designios de tu corazón y te muestro todo aquello que él me ordena.
Me veneras como a un Dios porque soy tu única esperanza. Soy todas tus esperanzas. Ese milagro que solo yo puedo enseñarte cuando todos los demás ni siquiera entenderían mi significado.
Yo construyo los planos de tu vida. Soy las cartas de una partida en la que tienes que apostar por mí.
Mi triste y atormentada alma depende de ti para sacarme de un mundo de oscuridad y llevarme contigo al mundo de la luz. Si tú quieres.
Debes tener cuidado pues soy capaz de destruirte de un soplido. Hacer que sufras los más horribles infortunios y la más tremenda frustración. Minimizarte hasta creer que tu existencia se reduce a vagar por el mundo sin rumbo, sin esperanza, sin control, sin nadie que te lleve de la mano.


II. Tu mejor amigo de pequeño (¿te acuerdas?), tu aliado mientras crecías (¿me recuerdas?), y tus recuerdos cuando te hiciste mayor y me olvidaste.
Me olvidaste.
Un día yo era todo lo que tu querías, que grandes éramos. Juntos los conseguíamos todo. No había nada que nos pudiera detener. Nos levantábamos para comernos el mundo y aun teníamos hambre.
¿Te acuerdas?
¿Qué ha sido de nosotros?, ¿qué nos ha pasado?, ¿acaso no éramos felices?
Ahora solo soy un recuerdo en tu memoria, una pagina de tu vida, siempre llamando a tu puerta, y tu siempre tan ocupada para abrirme.
Ya solo velo tu cama mientras te observo rodeada de problemas que solo yo puedo resolver, y te grito, te hablo, te hago retorcer para llamar tu atención y tu sigues ciega.
¿Por qué la gente crece y se vuelve tan ignorante?, ¿por qué las cosas se complican tanto?, ¿tan distinto era antes?
Ya solo recurres a mí como ultima opción y ni siquiera me escuchas. Te quedas absorta pensando en las cadenas que te atrapan y te retienen en un universo que no entiendes y del cual desearías desaparecer, sin comprender que solo yo puedo destruirlas y transportarte allí donde tu quieres.
¿Por qué perdiste la inocencia?
Yo que te hubiera seguido al fin del mundo y hubiera creado otro para ti.
Pero ya no crees en mí. No te sirvo. Soy esa ilusión que nunca se realizará y que no vale la pena seguir.
¿Tan mal lo hice?
Tranquila. Te entiendo. No desesperes. Yo seguiré a tu lado, llamándote, velándote, protegiéndote cuando me lo permitas, pero siempre a tu lado, esperando a que me des otra oportunidad.

III. Las palabras se quedan cortas para definir lo que soy. Porque no soy nada y lo soy todo.
Soy tan grande o pequeño como tú lo seas.
Solo te pido un favor:

NO DEJES DE SOÑAR NUNCA